Durante su visita a Chinchiná, la ministra de agricultura, Jhenifer Mojica, visitó la Escuela Nacional de la Calidad del Café y Paisaje Cultural Cafetero del SENA Caldas, instalaciones donde compartió con los aprendices que se forman en áreas agrícolas y agroindustriales entorno al producto emblema del país.
“Esta escuela tiene que multiplicarse por miles, porque nosotros necesitamos que Colombia recupere su capacidad de potencia cafetera, la cual no hemos perdido, pero que queremos que crezca muchísimo más, debemos recuperar ese mercado internacional que había quedado un poco atrás, debido al crecimiento de las exportaciones de petróleo, y cuando decimos que este es un gobierno de la vida queremos que se invierta la carga, que el petróleo se quede atrás y que el café lo sustituya”, dijo la ministra.
La jefe de la cartera ministerial recordó que el café es la principal actividad económica del agro colombiano, razón por la cual explicó que desde los colegios debe enseñarse sobre café, adquirir esa cultura, la cual, según ella se alcanza con educación.
“El SENA es nuestro fundamental ejecutar de la política de integración generacional, de fortalecimiento de la asociatividad, del cooperativismo, de generar ese conocimiento que sabe de la caficultura y que no lo dan en las universidades, y así transformar todo esto en una gran empresa que es esa fuerza vital de los productores, y que sean ellos quienes logren hacer de Colombia una potencia agrícola, y en este caso una potencia cafetera”, agregó la ministra Mojica.
La Escuela Nacional del Café en Caldas está adscrita al Centro para la Formación Cafetera del SENA en esta zona del país, centro de enriquecimiento científico está dotado con siete aulas para la formación de aprendices y un laboratorio para el análisis de la calidad del café, el cual a su vez se divide en tres ambientes especializados para análisis físico y sensorial, industrialización del café y preparación de bebidas a base del grano, trilla y tostión.
“Toda esta infraestructura y capital humano le dan un valor agregado a toda la cadena productiva del grano, desde la siembra, la cosecha y la taza. Además de laboratorio y talleres, en nuestra escuela tenemos biblioteca y un área a cielo abierto donde se pone en práctica todo lo que tiene que ver con beneficio del café”, puntualizó Óscar Andrés Maldonado Mora, director (e) del SENA Caldas, quien destacó, además que: “La escuela la logramos materializar gracias a un convenio celebrado entre el Centro para la Formación Cafetera de la regional Caldas y la Federación Nacional de Cafeteros”
Desde el extremo sur, hasta el extremo norte de Colombia, viven las 552,000 familias caficultoras. La gran mayoría se ubican en pequeñas parcelas cuyos cultivos de café, en promedio, no superan las 2 hectáreas.
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