El problema de la adopción de un modelo tiene que ver con la coherencia del modelo y la consistencia de su proceso de gestión. Ahora bien, en un modelo que interpreta la complejidad del SENA y su misión, tratar de regular la coherencia y la consistencia, puede ocasionar rigideces en un sistema que reclama lo contrario.
Gestionar el genio participativo creativo productor de ideas regulares y buenas, es el foco donde se juegan esos parámetros que tan importantes son para una reunión de Normalizadores del SENA, que de hecho son jueces que determinan los límites del sistema, qué es y qué no es; además del cómo; al menos al nivel de asesoría a las Mesas Sectoriales y dentro del SENA como actores en las fases de Diseño y de Desarrollo curricular a los cuales no pueden aparecer indiferentes.
El efecto de ser complacientes con los “aportes al modelo” nos puede llevar a un mundo de interpretaciones del modelo, que sin rigor matemático producirán los mismos problemas de redundancia que nos obliga mejoramiento en un sistema de aprendizaje efectivo para Colombia. Éste texto se ocupa de hacer propuestas y señalamientos en ese ámbito.
Para empezar precisemos que consideramos el Modelo a un sistema que tiene por componentes: El Pentágono, Las fuentes de aprendizaje y las Técnicas didácticas activas; y por objetivo cambiar la vida de las personas y así cambiar la vida de las empresas y las comunidades: cambiar el país.
Al hacer caso a las pistas y evidencias de la transformación del entorno tecnológico, económico, ambiental y social, previmos que debíamos fortalecer el sistema de formación para el trabajo de éste país, porque al momento de éste segundo momento de verdad que representa el 2009, de ése proceso que empezó hace seis años; se podrían dar las excepcionales condiciones extremas en relación al sistema económico mundial, el calentamiento global y de la seguridad alimentaria en los países que se acercan al 2015 sin que puedan asegurar los Objetivos del Milenio.
También previmos que las competencias que reclama nuestro sector productivo, en torno a las habilidades en Tic, habilidades comunicacionales, de empresarismo, las destrezas científicas y las matemáticas, se convertirían en las competencias comunes a las Líneas Tecnológicas de la Productividad y de la Competitividad(Gestión de la información, Cliente, Materiales y herramientas, Producción y transformación y Diseño) que nos pueden llevar al primer mundo en pocas decenas de años; así que las reconocimos y las pusimos en el almendrón de la revolución de un nuevo sistema de aprendizaje para el trabajo.
Las Competencias comunes son el continente (no el contenido) de las Normas de competencias laborales que desde las Mesas sectoriales, han dotado al SENA del conocimiento que ha logrado producir en trabajo colaborativo con el sector productivo. Esto es, las Normas de Competencia Laboral son elementos del conjunto Competencias comunes, más radical: no hay Normas de Competencia laboral que son comunes, lo que tenemos es un conjunto de Normas de competencias laborales llamado Competencias comunes a dos LTPC.
La anotación es radical precisamente porque no puede ser el proceso de Normalización el que quede por fuera del ámbito del modelo, está llamado el proceso de normalización a ser rigurosamente direccionado por su modelo.
Existe una diferencia que hay que dirimir y es la que se presenta cuando un sistema de formación para el trabajo decide la FORMACIÓN POR PROYECTOS EN COMPETENCIAS LABORALES. Aparece una segunda posibilidad FORMAR EN COMPETENCIAS LABORALES POR FORMACIÓN POR PROYECTOS; y una tercera puede ser: APRENDIZAJE POR FORMACIÓN POR PROYECTOS POR FORMACIÓN POR COMPETENCIAS LABORALES. El galimatías es un entrampamiento, pero no una pérdida de tiempo, porque sin detenerse en él, es poco probable que podamos tener una lectura de la complejidad de la “cosa” de la cual tratamos.
Se deben agrupar las Mesas sectoriales, y disminuirlas en su número: cada Mesa Sectorial estará adscrita a una Línea Tecnológica de la Productividad y la Competitividad; se formarán así cinco conjuntos de Mesas sectoriales, Consejos como lo propone Lepineux. La propuesta parece que es poco flexible, pero si pensamos en la redundancia de Mesas sectoriales y Normas que se da hoy, es precisamente por falta de orden en los objetivos de cada Mesa. Ahora bien las normas que produce cada Mesa serán Normas que hacen parte de dos tipos de conjuntos que llamamos Competencias comunes, que son adyacentes a esa LTPC.
Proponer un rango definido de temáticas en cada Mesa podría quedar así: Cada Mesa Sectorial se ocupará de las competencias asociadas a su propia LTPC y a dos conjuntos de Competencias Comunes. Por ejemplo, si la Mesa sectorial es la Mesa sectorial de café que trabaja la LTPC Producción y transformación, desarrollará normas de competencia en esa línea; y a los dos conjuntos de Competencias comunes adyacentes que son: Matemáticas y Científicas. Otro ejemplo: si la Mesa Sectorial es Negocios internacionales, que trabaja la LTPC Cliente, desarrollará normas de competencia en ésa línea; y a los dos conjuntos de Competencias comunes adyacentes que son: Comunicaciones y Emprendimiento.
En éste ámbito el Normalizador pertenece a un grupo que cumplirá con la tarea de Coordinación Académica del aprendizaje para el trabajo en Colombia. El papel de los Centros que ejercen Secretarías técnicas, también hay que repensarlos para no correr el riesgo de transformarlo todo sin tener en cuenta todo.
El saber ser es el resultado de reconocernos cómo personas y a las y los otros como tales; no se puede plantear que unas personas son más personas que otras, ni que la condición de persona se aprende y se certifica y tiene fecha de vencimiento y de otra certificación periódica; porque en presencia de desigualdad de oportunidades deviene discurso de un mundo de elegidos. Para el libre desarrollo de la persona basta eso: La libertad con oportunidades, esto es, el SENA.
Las competencias laborales no son reducibles ni al saber tener, ni al saber-hacer, por tanto no son asimilables a lo adquirido en formación. Poseer unas capacidades no significa ser competente. Es decir, la competencia no reside en los recursos (capacidades) sino en la disposición misma de los recursos. Para ser competente es necesario poner en juego el repertorio de recursos. Saber, además, no es poseer, es utilizar.
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